domingo, 19 de abril de 2015

Un dia como hoy: El Raid Doolittle

Un dia como hoy: Pero el 18 de abril de 1942.

Se dio en las aguas del Pacifico una de esas misiones locas de la Segunda Guerra Mundial que tuvieron un impacto discutible pero que a todos les emociona contar por lo arriesgado de la misma: La Incursion Doolitle o Raid Doolittle.

Puede que el Raid Doolittle sea una de esas misiones en las que un país se juega mucho a cambio de muy poco. Una loca aventura de Estados Unidos que salió estupendamente y que pasaría a la Historia como una de las mejores operaciones especiales de la Marina y del Ejército del Aire.


Dos días después del ataque japonés a Pearl Harbor fueron numerosos los militares que alzaron su voz reclamando un asalto similar sobre el territorio de Japón. El Presidente Franklin Delano Roosevel a medida que los japoneses lograban una victoria y conquista tras otra en el Pacífico se impacientaba cada vez más para hacer creer al Japón que no era invulerable. Desesperado dejó caer en una conversación al Secretario de Guerra, Henry Stimson: “Me complacería mucho que nuestros bombarderos lograran arrojar algunas bombas sobre Tokyo”.

El asunto era DEVOLVER EL GOLPE AL JAPON, o al menos que el publico sintienes que su pais podia ir y pegarles en su territorio. Los japoneses habian atacado unas islas a miles de kilomentros de EU, no el territorio continental, pero su propiedad al fin de cuentas.La mision de conretarse tendria un impacto enorme.

El entrenamiento y la preparación de la incursión

El B-25 Mitchell era el único bombardero capaz de despegar de un portaaviones, el comandante del USS Hornet, James Duncan, se unió al equipo para asistir a Doolittle en el entrenamiento de las tripulaciones escogidas.
El mayor Doolittle amarra unasedallas japonesas en una bomba sobre el USS Hornet
El USS Hornet y las tripulaciones que se escogieron se trasladaron a la base naval de Norfolk (Virginia) para empezar un intenso entrenamiento de aterrizajes y despegues desde una cada vez más corta pista de lanzamiento, para ello hubo que aligerar aún más los aviones hasta el extremo de sólo dejar la ametralladora de proa, los despegues se hacían con carga de 5 hombres, vituallas, combustible y bombas.
También se realizaron intensos entrenamientos de bombardeo a baja altitud.

Después de un intenso entrenamiento con 24 aparatos, sólo 16 tripulaciones fueron escogidas para participar en la Incursión. 80 hombres y sus aparatos fueron embarcados sobre la cubierta del USS Hornet.

El 2 de abril de 1942, el Hornet junto con su escolta y los B-25, zarparon desde Alameda en California rumbo a Japón. En algún punto en el Pacífico norte se les unió desde Pearl Harbor el USS Enterprise. La flota estaba al mando del almirante Halsey.

El acercamiento

El viaje transcurrió entre mar gruesa, niebla y lluvia, en un estado de máxima alerta y con exploración continua proporcionada por el USS Enterprise y sus radares. Si la flota era descubierta antes de alcanzar el punto de lanzamiento, la misión se abortaría. Mientras transcurría el viaje, a los miembros participantes se les dieron clases de chino básico y además efectuaron ejercicios físicos.
Lo que los estadounidenses desconocían es que Isoroku Yamamoto, almirante de la Armada Imperial Japonesa, ya estaba enterado de que era muy probable un ataque de portaaviones sobre Japón y se estaba preparando al respecto. Yamamoto, a falta de radar, había dispuesto un perímetro defensivo alrededor del Japón, previendo un ataque por sorpresa. Este anillo se sostenía utilizando pequeñas embarcaciones pesqueras armadas, de gran autonomía, que recorrían diariamente el perímetro entre 1000 y 1600 kilometros de la costa del Japón.
En la mañana del 18 de abril, los radares del USS Enterprise señalaron dos pequeños barcos a proa, estaban a 1250 Km. de la costa, el punto de lanzamiento era a 900 kilometros. Halsey realizó maniobras de evasión y logró pasar a través de esas dos naves aprovechando que era un día nublado y oscuro.
El patrullero japonés Nitto Maru antes de ser hundido por los norteamericanos.
 
Sin embargo, a las 7:30 se hizo presente en los radares la silueta de un barco patrulla, el Nitto Maru. Era un pesquero armado con armas antiaéreas y divisó a la formación enemiga. Pronto estuvo en el horizonte; el crucero Nashville disparó una salva artillera pero el barco japonés cambió rápidamente de curso. 5 bombarderos de picado despegaron del USS Enterprise, el patrullero se defendió con su antiaérea mientras radiaba a la 5ª flota la postrer advertencia de dos portaaviones enemigos a la vista. El Nitto Maru fue cañoneado (se usaron casi 900 proyectiles), recibió un impacto directo y se hundió alrededor de las 8:20.
Yamamoto supo la noticia casi en el momento y ordenó a la flota de Kondo zarpar de inmediato. Además ordenó a la 5ª división de portaaviones dirigirse a la zona y el despegue de aviones de exploración de largo alcance.

Los estadounidenses se encontraron en un dilema, ya que faltaban aún nueve horas de navegación para alcanzar el punto de lanzamiento y ya habían sido sorprendidos, estaban a 1100 kilometros de las costas del Japón: o abortaban la misión o lanzaban los bombarderos. Duncan y Doolittle decidieron lanzar en ese momento los aviones. Siendo las 8:10, los preparativos de despegue fueron frenéticos, las tripulaciones ocuparon sus aparatos y encendieron motores, se cargaron apresuradamente las latas de combustible y se dispusieron para el despegue.

Uno a uno los bimotores aceleraron a máxima potencia y despegaron de la cubierta de 130 m, el despegue se saldó con algunos incidentes. Uno de ellos fue protagonizado por el bombardero nº 16; un operario de la pista se acercó demasiado a una de las hélices y le amputó un brazo. Este avión tendría un fatal destino. El nº5 no cargó todo su combustible y, al momento de realizar la misión, la tripulación se vio apremiada por salir con vida y a salvo. Doolittle iba en el primer aparato, al frente de sus hombres.




La incursión

Los 16 B-25 una vez despegados volaron inmediatamente a su destino. Sin esperar hacer formación descendieron a una altura de vuelo rasante y se dispusieron para un bombardeo a plena luz del día. Los buques estadounidenses inmediatamente dieron media vuelta y llegaron a Pearl Harbor a la máxima velocidad de crucero. A Doolittle les esperaban casi 5 horas de tenso vuelo, manteniendo silencio de radio y usando el código morse. La inteligencia estadounidense fue dirigiendo la incursión.
Casi 40 minutos después del despegue, un avión de exploración japonés detectó a la formación de B-25 y radió un urgente mensaje a Tokio informando de la presencia de un grupo de bombarderos dirigiéndose al área de Tokio. La inteligencia japonesa no dio crédito al reporte del avión de exploración y desechó torpemente la información. Al acercarse a la costa japonesa Doolittle distribuyó sus aviones: nueve fueron destinados a Tokio, tres a Kanagawa, Yokohama y los últimos tres a Nagoya, Osaka y Yokosuka. La sorpresa era total para los japoneses.
La base naval de Yokosuka vista desde un B-25 durante el raid.
Doolittle y sus 8 bombarderos aparecieron sobre Tokio distribuidos en tres columnas, al norte, al centro y al sur de la urbe, el día estaba seminuboso pero la visibilidad era adecuada para bombardeo visual. La formación estadounidense remontó sobre los 300 m de altitud y a las 12:45 comenzó a bombardear con bombas incendiarias los objetivos industriales. Luego se alejaron en distintas direcciones para confundir al enemigo, no sin antes recibir un débil y poco eficaz fuego antiaéreo que aunque dañó un par de aparatos no consiguió derribar ninguno.

Los otros objetivos fueron certeramente bombardeados. En Yokohama, uno de los B-25 casi alcanzó con sus bombas al submarino portaaviones, I-25 que meses después operaría en la costa de Oregón, protagonizando el primer bombardeo sobre territorio estadounidense.

Cuando Yamamoto supo del bombardeo no podía dar crédito a las noticias, el impacto fue enorme. Al analizar los mensajes del Nitto Maru, del avión de exploración y la dirección de los enemigos, todo parecía indicar que estos bombarderos habían despegado desde los portaaviones. Luego supo que los atacantes se dirigían hacía el sur de Japón.

Consecuencias
El resultado del Raid Doolittle fue un completo éxito. Supuso un golpe moral para Japón haciendo ver que su territorio metropolitano no era invulnerable ni sus armas invencibles. Por si fuera poco el raid cambió la situación estratégica de la Campaña del Pacífico completamente, pues los militares japoneses convirtieron su objetivo primordial a la isla de Midway, lugar del que creían que habían venido los atacantes, así que se abandonaron las campañas en el Pacífico Sur y el Océano Índico, craso error, pues en esa zona Japón tenía ventaja. Esa decisión de convertir a Midway en zona de operaciones principal sería el mayor desastre militar naval que Japón pudiera haber cometido, pues perdió a sus cuatro portaaviones pesados de golpe frente a uno estadounidense, lo que estancó la Segunda Guerra Mundial sobre ese área en tablas. Esto nunca hubiera sucedido sin el raid de Doolittle.

Todas las tripulaciones de los B-25 en el raid contra Japón recibieron la Medalla Distinguida al Vuelo, incluidos los fallecidos a título póstumo. James Doolittle fue ascendido a brigadier general, condecorado con la Medalla de Honor del Congreso y ascendido a héroe nacional.









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